01 de diciembre de 2016
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“El Plan de Humanización tiene que generar un cambio organizativo, de imaginación y de liderazgo afectivo, que tiene que surgir desde los cargos gerenciales y directivos. El objetivo es ir a la excelencia en el trato a las personas”, lo que debe materializarse mediante el refuerzo de la dignidad de las personas, facilitando que tengan estancias más confortables y la personalización de la asistencia. Ésta ha sido la principal conclusión de Julio Zarco, viceconsejero-director general de Coordinación de la Atención al Ciudadano y Humanización de la Asistencia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, durante la jornada ‘La Calidad en el sector sociosanitario’, organizada por PSN y la Fundación Ad Qualitatem.
Precisamente ha sido el aspecto de la humanización, según sus palabras íntimamente unida a la calidad, sobre el que Zarco ha desarrollado el grueso de su intervención, dado que “la promoción de actuaciones que garanticen la humanización de la asistencia sanitaria a través de la personalización de la atención es una de las nuevas competencias de la Consejería”. El Plan de Humanización, tal y como ha explicado, surge del análisis de las encuestas de satisfacción, de las reclamaciones y de los comités de calidad percibida. Con estos análisis “se perciben áreas deficitarias: el acompañamiento, garantizar la dignidad de las personas, su identificación verbal, la información a familiares, las estancias en ambientes confortables… Fueron 300 profesionales, que participaron en grupos focales con 24 asociaciones de pacientes, con los que se ideó este plan, que se está tratando de desplegar poco a poco”. Sus pilares son el cambio a un liderazgo afectivo, la adquisición de competencias y actitudes humanísticas y una organización humanizada.
Zarco ha destacado también que “la calidad ha de ser un objetivo institucional; hay que tener liderazgo e infraestructuras para hacerla efectiva dentro de las organizaciones”, y ha destacado como líneas de actuación la evaluación e impulso de actuaciones de mejora de la calidad percibida en pacientes y profesionales, coordinar la gestión de riesgos sanitarios y seguridad del paciente, o elaborar y difundir indicadores con información clave sobre atención sanitaria.
La jornada ha contado también con una mesa protagonizada por expertos del sector sanitario especializados en el ámbito de la calidad. Alberto Pardo, subdirector general de Calidad Asistencial en la Consejería de Sanidad madrileña, ha centrado su ponencia en el ámbito voluntario de la calidad en el sistema sanitario, enumerando las diferentes acciones llevadas a cabo desde hace años por su departamento. En este sentido, ha destacado el apoyo autonómico en la gestión medioambiental (“existe un proyecto institucional para que todos los hospitales estén en condiciones de certificarse”), el cambio de enfoque de certificación por servicio a certificación global de cada hospital, “más alcanzable y sostenible”, así como la adaptación del modelo EFQM al ámbito y lenguaje sanitario por parte de la Consejería y el interés en la presencia a la hora de la elaboración de normas sectoriales, como en el caso de Ad Qualitatem.
Carlos Mur, director gerente del Hospital de Fuenlabrada, y Mercedes Vinuesa, coordinadora de Calidad del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital de La Princesa, han coincidido en la importancia de adaptación real al ámbito sociosanitario, en el sentido de la inclusión efectiva de la parte social. “¿Por qué es tan difícil hacer una permuta entre los dos sistemas?”, se ha preguntado el primero, que ha destacado que es necesario establecer indicadores para medir la atención a la persona, sus relaciones y derechos, el confort y la organización del centro, entre otros.
Por su parte, Carlos Zarco, director médico del Hospital Moncloa, tras hacer un repaso por los distintos sistemas de gestión y modelos a los que se ha ido adaptando el centro durante años, ha llegado a la conclusión de que “el mejor sistema lo elabora cada uno con las herramientas disponibles y adaptándolo a sus particularidades”.