San Juan o la culminación de la apuesta inmobiliaria.
La política inmobiliaria de PSN experimenta en estos años un notable desarrollo, sobre todo con la construcción de la Residencia de San Juan. Ubicada en el solar El Romero, adquirido en 1958 por cerca de 3 millones de pesetas, la Residencia iba a ser en un principio sólo para jubilados. Finalmente el centro construido, terminado en abril de 1965, es de carácter general, con 96 habitaciones y capacidad para 191 personas. En octubre de 1968 se proyecta en el mismo solar otro edificio, que se concluye en 1972. La Residencia comienza a despertar la simpatía y el interés de los mutualistas casi desde el principio y se convierte en uno de los mejores servicios ofrecidos por PSN. Paralelamente, la Entidad sigue colaborando con los colegios en la construcción de nuevos edificios que les sirvan a éstos de sedes y promocionando viviendas en venta para los mutualistas.
Las mencionadas dificultades no son sino el reflejo de cierto recalentamiento en su trayectoria mutual, azuzado por la acelerada dinámica socioeconómica que España vive en esta década. Las pensiones y subsidios pierden poder adquisitivo; la administración de la Entidad parece anticuada, y las coberturas no colman las nuevas expectativas de los mutualistas. La situación no pasa desapercibida para los colegios, que deciden tomar cartas en el asunto y promueven el relevo en la Presidencia de PSN: Lazcano deja su puesto a Manuel Morales, que preside AMA, y que unifica en su persona la dirección de las dos compañías. Corre febrero de 1966.
En la Asamblea de ese año, el informe del Consejo habla a las claras de un cambio de panorama, caracterizado por el restablecimiento del diálogo con los mutualistas y los colegios y la búsqueda de la unidad de acción pues “en una mutualidad profesional no son admisibles egoísmos”. Sin descalificar la tarea del presidente Lazcano, sí parece evidente que la llegada de Morales supone una reactivación para la alicaída marcha de PSN. La transformación es propiciada por los colegios que, pese a las críticas de algunos mutualistas, actúan con arreglo a los estatutos.
Morales retrata en público a PSN al ordenar un estudio general, actuarial, técnico y administrativo con propuestas de cambio que se hacen llegar a todos los mutualistas en particular y al sector sanitario en general. Entretanto se va culminando la reestructuración de las secciones de Enfermedad, Invalidez, Vejez y Vida.
El revulsivo Morales se interrumpe repentinamente. El presidente muere en septiembre de 1969, poco más de tres años después de su nombramiento. Los problemas pendientes con Lazcano siguen vigentes, advertidos por los colegios y amplificados por algunos mutualistas, que no están satisfechos con el desarrollo de algunas promociones inmobiliarias. Vuelta a empezar en la reflexión común de cara al futuro.
El 16 de noviembre de 1970 Alfonso de la Fuente, presidente del Consejo General de Colegios de Médicos, accede a la Presidencia de PSN, con el principal propósito de “estudiar la reforma estructural y normativa en sus aspectos estatutarios y de reglamentos”. De hecho, afirma que su cargo es transitorio.
Como hace unos años, los colegios vuelven a intervenir en la vida interna de PSN, pero esta vez de una manera más directa y decidida. La primera decisión de De la Fuente no deja lugar a dudas sobre su propósito regenerador: solicita al Instituto de Censores Jurados de Cuentas un informe técnico sobre la situación financiera y contable de la Entidad.
Transitorio, pero decisivo. Alfonso de la Fuente accedió al cargo de presidente de PSN con la certeza de que su paso al frente de la Entidad sería transitorio. Se impuso como tarea principal aprobar unos nuevos estatutos y terminó por lograrlos. La suya fue una contibución decisiva a la modernización de la Entidad.