Cambio de mentalidad.
Esta pugna aparentemente personal esconde otra, de un calado mucho mayor, que no pasa inadvertida: las quejas crecientes por la obligatoriedad de pertenecer a PSN, sobre todo entre los médicos más jóvenes. Sorprendentemente, y en un gesto audaz y abierto al cambio, Artamendi presenta una moción para estudiar el cambio de la situación, puesto que “la tan traída y llevada obligatoriedad no se cumple en muchos casos, se nos echa en cara y luego se utiliza como argumento para exigir el pago de unas prestaciones cuando ya se ha producido el riesgo”. El presidente no esconde las consecuencias negativas que tendría el fin de la obligatoriedad, pero tampoco se arredra: “Debemos tener mentalidad empresarial y hacer atractiva la pertenencia a la mutualidad”. Su moción es respaldada en Consejo, por 10 votos contra 6. Corre noviembre de 1981.
Liquidadas dos de las inversiones más controvertidas de De la Fuente: Carpresa y el edificio de Isaac Peral
Sin acaso saberlo, Artamendi está exponiendo la idea del valor añadido para el mutualista, un servicio que trascienda el ámbito asegurador y que colme sus necesidades, una de las líneas básicas que habrán de guiar a PSN algunos años después. Quizá por ello una de sus principales preocupaciones fue la potenciación y mejora del Residencial de San Juan, que en 1982 añade un nuevo edificio a su oferta. Los mutualistas disfrutan cada vez más de las instalaciones, a un precio verdaderamente atractivo, que oscila en el verano de 1980, entre las 450 y las 2.370 pesetas por las habitaciones y que se fija en 570 para la pensión completa.
Pasado un tiempo prudencial desde la polémica comisión de investigación, Artamendi comienza a desmantelar algunas de las inversiones más controvertidas de su antecesor. Tras una advertencia oficial del Ministerio de Sanidad, inicia los trámites para la disolución de Cartera de Previsión Sanitaria Nacional, S.A. (Carpresa), una sociedad de inversión mobiliaria. Además, logra vender al Estado el edificio sito en la madrileña calle de Isaac Peral, ideado para ser la sede de PSN pero que termina alojando al nuevo Tribunal Constitucional. La venta se cierra en 1.000 millones de pesetas y PSN obtiene una plusvalía de cerca de 300.
En febrero de 1983, Artamendi vuelve a presentar a su Consejo otra moción histórica. Esta vez invita a meditar si “nuestra vestidura jurídica se nos ha quedado estrecha” para atender las necesidades del colectivo. Plantea sin pestañear una transformación de la mutualidad en mutua “con la que evidentemente tendríamos mayores cargas fiscales, pero prácticamente no tendríamos límite a nuestro campo asegurador”, aunque finalmente opta por mantener la mutualidad de previsión social y crear otra mutua para esos otros productos que la normativa impide desarrollar a PSN.