Siglo XVIII, promoción del mutualismo profesional
Si la voluntariedad no era suficiente como para que los profesionales sanitarios pudieran organizar debidamente su previsión social, parecía evidente que no había otra opción que recurrir a la obligatoriedad. Alguna pista sobre esta conclusión pudo obtenerse sobre los movimientos de la profesión con el propósito de crear la organización colegial. Este también fue un largo proceso, que arrancó a mediados del siglo XVIII con la paulatina desaparición de los gremios y que se vertebró en torno a los colegios como nueva fórmula promotora del mutualismo profesional. Sin embargo, los grandes avances logrados a lo largo de un siglo entero, no terminaron de fructificar pues la colegiación era una acción facultativa para preservar la libertad profesional decretada a principios del siglo XIX. Como anteriormente había ocurrido con los montepíos, los colegios también fracasaron en sus intentos de mejoramiento, mutuo apoyo e instrucción de la clase médica.